Producto
desarrollado por la empresa Alupra con el apoyo de la Fundación para la
Innovación Agraria, acapara las miradas del mundo gastronómico por su calidad
premium, sello sustentable e innovador packaging.
De
la mano de una empresa familiar de la Araucanía, el copihue está comenzando a
dejar atrás su icónica y lejana imagen “dieciochera”, buscando posicionarse en
mercados de nicho vinculados a la industria gastronómica. Hoy el copihue no
solo cautiva las miradas, sino que también los paladares más exigentes del
mundo.
Por
eso, cuando la Dirección de Promoción de Exportaciones (ProChile) tuvo que
seleccionar a aquellos productos que oficiarían de “embajadores” de Chile en
Expo Milán 2015, no dudaron en considerar al copihue gourmet de Alupra.
La
participación en feria internacional ha generado grandes expectativas entre los
socios de la empresa, quienes esperan aprovechar esta vitrina inmejorable que
se abre para sus productos, los cuales cumplen con todos los protocolos de
certificación para ingresar a la Comunidad Europea.
“Estar
presentes en esta exposición nos permitirá visualizar oportunidades de
internacionalizar a Alupra como un referente de identidad e innovación de
Chile”, comenta Juan Pablo Plaza, ingeniero comercial, quien junto a su hermana
Claudia y su cuñado Eric Chait -ambos veterinarios- dieron vida a este
emprendimiento emplazado en la localidad de Labranza, a solo 13 kilómetros de
Temuco.
Bajo
el lema “Alimentar el planeta, Energía para la Vida”, Expo Milán 2015 exhibirá
entre el 1 de mayo y el 31 de octubre lo mejor de las diversas culturas que
pueblan el orbe. Serán 6 meses donde nuestro país tendrá la oportunidad de
mostrar al mundo la calidad y originalidad de sus productos, en su mayoría
provenientes del campo y producidos por pequeñas y medianas empresas agrícolas.
En
opinión de Plaza, la participación de Alupra en Expo Milán 2015 se justifica en
primer lugar, porque lograron relevar y valorizar una especie nativa que no
tenía valor en el mercado y, segundo, porque generaron un producto que hoy
constituye un referente de innovación para el país y que está al nivel de los
mejores productos del mundo en calidad, sustentabilidad y diseño. “El comité
valoró nuestro concepto innovador y sustentable, y también la preocupación por
la imagen, reflejada en un diseño de packaging de clase mundial. Luego de eso,
hemos tenido un largo e intenso proceso de preparación en conjunto con el
operador del pabellón de Chile para Expo Milán”.
Los
productos gourmet a base de flores de copihues se pueden consumir como pasta de
pétalos, mermelada y pétalos a las finas hierbas. A Expo Milán Alupra llevará
su celebrado Garnish de Pétalos de Copihue, elaborado con una delicada
selección de pétalos, conservados en un jarabe preparado con el fruto del
copihue y aromatizado con anís estrellado, “todo esto presentado en un
packaging de lujo acompañado de un relato sobre nuestra historia y recetario de
preparaciones”.
No
obstante, Plaza reconoce que comenzar con la línea gourmet no fue una tarea
fácil, encontrándose en el camino con detractores que incluso cuestionaban el
hecho de “convertir” un símbolo patrio en un producto comestible.
Pero
con convicción y perseverancia lograron sortear los obstáculos, siendo FIA un
aliado clave en este proceso, afirma. “La Fundación tiene el mérito de haber
creído en un proyecto que a más de alguno no le hacía sentido, pero que poco a
poco fue avanzado, y hoy hemos logrado posicionar al copihue como un producto
nuestro, único, sustentable, innovador y de clase mundial”, subraya.
Para
el director ejecutivo de FIA, Héctor Echeverría, “la innovación que tiene este
proyecto, radica en que a partir de una especie con tanta identidad como el
copihue, se están desarrollando productos con valor agregado y tecnología,
abarcando ámbitos como el manejo agronómico, la industrialización y la
gastronomía gourmet”.
Seis
años atrás, Alupra comenzó la domesticación del copihue en forma “forzada”, es
decir, en un vivero tecnificado que intentaba replicar las condiciones en las
que crece esta especie.
Luego,
iniciaron un proceso de posicionamiento de marca y de productos para salir al
mercado con flor de corte, y en 2010 realizaron la primera exportación de
flores de copihue a Nueva York y Boston. Al año siguiente completaron 25
variedades en el vivero, lo que los convirtió en el mayor curador de material
genético de copihue en el mundo, logrando conservar algunas variedades que se
estaban perdiendo en su medio natural.
Hasta
que se propusieron manejar la flor como un fruto. Comenzaron las pruebas y se enviaron
los pétalos del copihue rojo al laboratorio de análisis molecular de la
Pontificia Universidad Católica, donde se determinó que poseen antioxidantes al
mismo nivel de la murtilla, el cual es considerado como un berry exótico.
“Luego
de eso nos juntamos con un chef y descubrimos que el fruto del copihue es muy
dulce y su sabor se asemeja a la chirimoya, por lo que se aplicaron técnicas de
cocina y se mezclaron con especias. De esto resultaron sabores intensos, y nos
lanzamos a desarrollar productos, que entre otras cosas destacan por su bajo
nivel de azúcar”, explica Plaza.
La
materia prima se obtiene de un invernadero tecnificado de dos mil metros
cuadrados ubicado en Labranza, con más de mil plantas en floración de 25
variedades. Y dado que una planta de copihue da flores durante 6 meses, se
logra tener suficiente volumen para la producción.
En
cuanto a la comercialización, se apunta principalmente a las cocinas y bares de
autor, ya que “se propone como un producto con el que los chefs pueden innovar
en sus creaciones”. Plaza agrega que otro nicho importante son los turistas, a
través de la venta en hoteles y en la loza de desembarques de los cruceros que
llegan a Puerto Montt.
En
el plano internacional, la oferta de Alupra ha tenido una excelente recepción
en importantes ferias como la Fancy Food de New York, y ahora en abril la
empresa será uno de los invitados estelares del Festival Latinoamericano de
Cocina ÑAM Santiago 2015.
Pero
Expo Milán –a la que se espera asistan 24 millones de personas– es un desafío
mayor. Esto es jugar en las grandes ligas mundiales, afirma Plaza, “y en este
escenario nuestras expectativas son ambiciosas. En primer lugar, obtener el
reconocimiento del producto en un mercado exigente, validarlo y generar
negocios de distribución, y por qué no, lograr ser un ícono entre de todos los
productos que se exhibirán durante el evento”.