Los
dueños del grupo Penta, Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín,
abandonaron esta noche la cárcel tras 45 días de reclusión imputados por caso
de soborno y delitos tributarios reiterados.
La
medida fue tomada por el juez Daniel Aravena, del Octavo Juzgado de Garantía,
quien dejó sin efecto la prisión preventiva pero determinó arresto domiciliario
total y arraigo nacional (no pueden salir del país).
La
defensa de Lavín y Délano había solicitado cambiar la medida privativa de
libertad por arresto domiciliario, lo que finalmente fue aceptado por la
justicia.
Además,
el tribunal acogió el planteamiento del abogado Julián López, quién argumentó
que hubo seis rectificaciones de declaraciones ante el Servicio de Impuestos
Internos (SII), lo que daba cuenta de un cierto grado de colaboración en esta
indagatoria.
El
fiscal Carlos Gajardo, señaló a los periodistas que no consideraba que la
decisión de la justicia fuera un retroceso para la causa.
"Las
medidas cautelares son provisionales, era una posibilidad que la prisión
preventiva cesara. La Fiscalía lo va a estudiar y tomaremos en su momento la
decisión de apelar o no", añadió.
Los
imputados salieron de la cárcel cerca de las 23.30 horas, sin entregar declaraciones sobre su nueva situación.
El
caso Penta arrancó con una denuncia por fraude tributario contra los
controladores del grupo, un banco de inversiones que maneja activos por más de
20.000 millones de dólares, por el que actualmente hay diez procesados.
Con
la liberación de los dueños de Penta, todos los imputados están ahora bajo
arresto domiciliario u otras medidas cautelares.
El
ex siigerente general de Penta, Hugo Bravo, fue quien desveló las financiaciones
irregulares de campañas políticas en 2013, tras ser despedido de su cargo.
Los
políticos que fueron beneficiados pertenecen en su mayoría a la Unión Demócrata
Independiente (UDI), cuyo presidente, Ernesto Silva, sobrino de Carlos Délano,
debió dimitir de su cargo.
Fuente:
EFE