domingo, 20 de agosto de 2017

Marco Enríquez-Ominami inscribió candidatura en Servel: “Aquí hay de todo, menos miedo”

Acompañado por su familia, cientos de adherentes, militantes Progresistas, del MIR e independientes, Marco Enríquez-Ominami llegó hasta el Servicio Electoral para inscribir su candidatura presidencial.

En la instancia, el presidenciable del progresismo y los independientes indicó que este hecho “se trata de la dirección de nuestros sueños. De tener todos aquí, esta mañana, la conciencia tranquila. Aquí no hay miedo, hay de todo, menos miedo. Ningún miedo de enfrentar a los privilegios, ningún miedo para enfrentar la codicia de Sebastián Piñera, que está dispuesto a hacer lo que sea para transformarse en Presidente, incluso a costa de todos nosotros, haciendo campaña con recursos públicos. Esa codicia es la que representa la derecha”.

El candidato agregó: “Hoy he venido no solo a inscribir una candidatura, sino que a contarles tres historias muy breves de la Villa Los Sauces en Quinta Normal. Viviana, Ema y Benedicta. Estas tres mujeres tienen historias distintas, son de generaciones distintas, pero viven en un mismo barrio. Ellas representan lo que hemos querido decir hoy, que es avanzar con todos los chilenos y chilenas”.

Enríquez-Ominami profundizó en las historias de las mujeres que lo acompañaban y señaló que “se trata de ellas, de Karen Espíndola que lucha por despenalizar el aborto; de Fabiana que tiene 11 años y me dio una carta en que nos pedía que haya educación pública y gratuita. No se trata del PRO, no se trata de Alejandro Guillier, no se trata de Carolina Goic, se trata de la dirección de nuestros sueños. De la conciencia y la libertad que todos tenemos que adquirir”.

El candidato profundizó en el tema de la libertad. “Estas tres mujeres me decían que libres no están. La luz se cortó varios días, pero la cuenta hay que pagarla igual. Libres no estamos al pagar servicios públicos que no funcionan y que son de privados. Libres no estamos de Piñera que aparece por todas partes con sus amigos lucrando a costa de todos nosotros”.

Así, el presidenciable Progresista indicó que “yo lo que quiero es liberar a Chile de algunas cosas. Liberarnos de la codicia de algunos empresarios que se coludieron con el papel higiénico, en el mercado eléctrico, en el mercado bancario. Se coluden muchos de ellos en cosas tan básicas como el agua”.

“He recorrido, probablemente, más casas que ningún otro chileno. He estado en miles de casas, escuchando a miles. Lo hice ayer en Quilicura, lo haré hoy en Pudahuel. Mi convicción es que necesitamos más Chile para todos. Ese desafío es el que hoy convoca a los chilenos, acompañados de estas familias, de valientes militantes y adherentes”, dijo.

De este modo, en el inicio de su tercera candidatura presidencial, el presidenciable agregó: “Me acaba de decir el director del Servel que al pasar a segunda vuelta no hay que volver a hacer este trámite. Entonces es la última vez que estaremos acá, frente al Servicio Electoral”.

“Es evidente que algunas encuestas no nos favorecen, a pesar de que hemos visto varias que nos dan en el tercer lugar en regiones, pero no es el punto. A mí me preocupan los chilenos y sus esperanzas, sus sueños. Por eso quiero decirles que sé perfectamente que solos no se puede, necesitamos mucho más allá del PRO, de los movimientos sociales, de los independientes. Se necesita también a la gente que no vota por nosotros”, enfatizó.

Por eso, declaró que “yo acá estoy, inscrito. A pesar de que muchos quisieron que no llegara este día. Aquí estoy porque estoy dispuesto a ser el instrumento del cambio, de un proceso de cambio. Nada va a ser fácil. Chile necesita mundo. Necesita a Argentina, Bolivia, Perú. Necesita el gas y petróleo de afuera. No le podemos regalar a la derecha el debate económico”.

Para finalizar, el candidato Marco Enríquez-Ominami manifestó que “he entregado al director del Servicio Electoral un programa que consta de siete ejes. El desarrollo integral, un plan de infraestructura financiado con nuestros ahorros, vía deuda sana haremos muchos esfuerzos que son perfectamente viables para mejorar cada liceo de Chile, que serán las nuevas catedrales del país. En cuatro años no lo haremos todo, pero sí resolveremos los problemas para una educación pública y gratuita, de los hospitales públicos, de lo que ustedes les preocupa. No depende de mí, depende de ustedes”.