Hombres
y mujeres partieron a las 6 de la mañana en procesión por las calles del
pueblo, con las imágenes de los santos.
De madrugada, con el fin de celebrar la resurrección
de Jesucristo, cientos de fieles que llegaron hasta el pueblo de La Tirana se
levantaron para llevar en procesión las imágenes de la Virgen María y de Cristo
Resucitado, acto que comenzó c las 05.30 horas, con los campanazos, llamando a
cada uno de los feligreses.
Milton Jorquera, diácono del Santuario de La Tirana,
explicó que para esta procesión hay una separación de los hombres y las
mujeres, los que cada uno llevan en andas una imagen. “Los hombres van con
Jesucristo y las mujeres llevan a la Virgen, la que tiene un velo negro por su
luto. Y es una especie de competencia que se realiza, ya que se busca que a la
hora de salida (seis de la madrugada), reunir la mayor cantidad de fieles del
lado de nosotros o de ellas”.
Así, el grupo femenino se reunió en la capilla lateral
para sacar a la Patrona de Chile, tomando calle Obispado hasta circunvalación y
retomando hasta la Cruz del Calvario, por el sector norte del poblado; mientras
que los hombres se reunieron en el Santuario, para tomar en andas y sacar a
Cristo Resucitado por las calles 16 de Julio, Algarrobo y Circunvalación, hasta
encontrarse con la imagen de la Virgen.
“Esta es una tradición que tiene varios años en La
Tirana y casi nadie la sabe. Parece que es porque hay que levantarse temprano y
de verdad hace mucho frío, pero una igual lo hace con devoción y cariño. Yo
venía con mi mamá y ahora que está viejita, lo hago yo sola y la idea es que no
se pierda”, dijo María Torres.
Por las calles aún oscuras pasaron en procesión un
total de 101 hombres y 254 mujeres, quienes al momento de reunirse colocaron
las imágenes una frente a otra como manera de saludo, para hacer que cada una
se reverenciara. La Virgen, ya sin su velo negro, comenzó en andar junto a su
hijo, para luego entrar al Santuario otra vez y quedarse adentro para que las
personas pudieran saludarlos.
Tras la procesión, que acabó a las 07.35 horas, los
miembros de la iglesia invitaron a los participantes a un chocolate, para
celebrar la resurrección de Jesucristo, el que fue entregado en el comedor
fraternal.
Misa de vísperas
La noche del Sábado Santo, ante de comenzar la
liturgia, se preparó el fuego sagrado que marca la renovación del año
eclesiástico donde el padre Francisco Robles efectuó una homilía que llamó a
ser cristianos con las acciones que se realizan.
“Me gustaría que todos pudiéramos salir de este
lugar santo pensando que hemos sido salvados y lo que escuchamos en este texto
es lo que buscamos y que buscó María y las otras mujeres, cuando el ángel dice
que Jesús, el Nazareno, ha resucitado”, explicó el sacerdote.
Y continuó con “en el mundo que nos toca vivir, es
el Señor que hace este hecho válido, ya que resucitó y nosotros ya sabemos eso,
pero qué vamos hacer con esta noticia, ¿la vamos a guardar? ¿La vamos a hacer vida? Tenemos que
hacerla vida. No podemos seguir
viviendo solo llevando el título de cristianos, sino que tenemos que serlo”.
Luego de sus palabras, llegó la medianoche y la
imagen de Jesucristo resucitado apareció tras el altar de del Santuario, junto
a su bandera y sus rayos de vida.