miércoles, 30 de septiembre de 2009

Democracia Cristiana homenajea a dirigentes sindicales


En una emotiva ceremonia, el Partido Demócrata Cristiano, rindió un homenaje a los dirigentes sindicales vivos y fallecidos.

En la ocasión, participaron militantes del partido, familiares de dirigentes sociales fallecidos, y el candidato a diputado Ricardo Hormazábal, quien fue el orador central de la ceremonia.

La bienvenida la dio el presidente provincial Héctor Jofré Orrego, el que saludó a los presentes, recordando que la ceremonia se efectuaba en un día muy especial, donde se le rendía un homenaje a Manuel Bustos Huerta, dirigente sindical, que fue el primer presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, y también diputado del partido de la falange.

Posteriormente, se le rindió un homenaje a los dirigentes fallecidos destacados, como Héctor Basualto, Víctor Ibaceta Cortez entre otros. Sus familias recibieron el saludo de los presidentes provincial y comunal, Héctor Jofré y Mildred Garrido con presentes que recuerdan la distinción.

También una veintena de dirigentes sindicales activos, entre ellos Samuel Astorga Jorquera, destacado líder sindical, ex alcalde, y ex diputado, recibieron de manos del candidato a diputado, ex senador Ricardo Hormazábal un diploma como agradecimiento por el trabajo prestado en defensa de los derechos de los trabajadores.

Finalmente Ricardo Hormazábal, se dirigió a los presentes, recordando el trabajo vigente de Samuel Astorga Jorquera, dirigente regional y nacional de amplio prestigio. El que desarrolló Héctor Basualto incluso cuando estuvo relegado en Quellón. Los principios del padre Alberto Hurtado Cruchaga, codo a codo con los derechos sociales de los más vulnerables, para terminar rindiéndole un merecido homenaje a la figura de Manuel Bustos Huerta, nacido en 1943, y fallecido en 1999, producto de un cáncer cuando estaba en ejercicio como diputado de la república.

Destacó a Bustos como un hombre que se forjó en la vida sin ambiciones, y siempre mirando el bienestar de los demás, que jamás renunció a sus principios morales y éticos, fue respetado por todos, incluso por sus patrones cuando fue detenido muchas veces durante la dictadura, y que lo esperaron a sabiendas que estaba en una lucha sindical. Finalmente pidió a los militantes, respetar las ideas de los demás, ya que en la vida todos tienen derecho a pensar distinto.