martes, 10 de agosto de 2010

Conmovidos por la tragedia en Copiapó, fieles celebraron la Fiesta de las Vísperas del Santo Patrono de Tarapacá


Los gritos de alabanza al protector de los más pobres, no se hicieron esperan, cuando los presentes vieron salir, después de dos años, la imagen venerada de mártir español. Con pañuelos, estandartes y banderines, la asamblea saludo a su intercesor y la plaza del pueblo se repletó del fervor de miles de peregrinos que quisieron ser parte de este festejo.

Así, en medio del gozo de los fieles por celebrar a San Lorenzo en su pueblo, luego de la suspensión del año 2009, monseñor Marco Antonio Órdenes dijo que “a la luz del evangelio de nuestro Señor Jesucristo quien es el centro de nuestras vidas y con la intercesión de San Lorenzo, y desde aquí nuestro cariño y nuestras plegarias por las familias que hoy sufren en la espera del rescate de sus esposos, hermanos, hijos que aun no han podido ser rescatados pese a los esfuerzos que se han realizado, nuestra oración para que el Señor tenga misericordia”. Así con estas palabras el Obispo de Iquique, ante una masiva asamblea, inició la homilía de la celebración dedicada al Diacono mártir la cual se inició oficialmente el pasado 6 de agosto.

Así mismo, se refirió a los problemas contingentes que existe en la familia como lo es: la falta de comunicación, la desunión, el alcohol y las drogas y señaló “estamos construyendo una sociedad carente del i Señor. Una sociedad sin ti Señor, donde parece que todos estamos preocupados de el dinero y lo material, estamos construyendo una sociedad donde no es importante tu presencia, donde no se habla de Ti. Parece que la sociedad lleva una cruz sin tu rostro. Queridos hermanos y hermanas la cruz sin Cristo es signo de muerte, la cruz con cristo siempre es vida, siempre es esperanza y fortaleza”.

En este mismo contexto afirmó que “esta sociedad quiere sacar tu rostro, tu ley, tus enseñanzas de la justicia, de las leyes, de lo que ha construido una nación que se declara respetuosa siempre de todos ¡algo nos pasa Señor! que estamos construyendo una sociedad solo con cruz, solo con violencia, solo con destrucción. Cuando tú no estás Padre, todo se comienza a desarmar, la vida pierde sentido”.

“Esta noche estamos celebrando esta fiesta, con nuestras costumbres y tradiciones, en honor de tu hijo San Lorenzo, a quien amaste y quien te respondió también con amor. La piedad, la devoción, el respeto a lo Sagrado estuvo profundamente en el corazón de este diácono. Aprendió, conversando en silencio contigo, en las largas horas de oración, que no bastaba con contemplarte en el altar, sino que también había que descubrirte en las necesidades de los otros; en los huérfanos, en las viudas, en los pobres, y entonces se puso al servicio de los demás. Así lo encontró la persecución: amándote en el altar y sirviendo a los hermanos”.