Es la primera
vez que la localidad participa en eucaristía, donde se ve la convivencia entre
la creencia en Dios y la cosmovisión andina. Miles de fieles llegaron de
diversos poblados a participar.
La
bendición en la Cruz del Calvario, dio inicio a la procesión y posterior
celebración eucarística del Mundo Andino, que se realizó en el Santuario de La
Tirana, en donde pobladores pertenecientes a localidades cordilleranas y
precordilleranas dieron sus oraciones y
veneraron las imágenes de la Carmelita, la Cruz de Mayo traída desde Huatacondo
y a Jesucristo.
Es
que el pueblo antes mencionado se sumó a las celebraciones del mundo andino y
es la primera vez que participa en esta misa, donde se reconoce la cosmovisión
de los lugareños y la fe que se tiene a Jesucristo, según lo explicó el mismo
sacerdote que guío la eucaristía, Padre Franklin Luza.
“Esto,
de tener a Jesús dentro de nosotros nace, ya que desde siempre nos estuvo
creando. Cómo bien lo dice la parábola del sembrador que escuchamos, está en
nosotros hacer que Dios crezca dentro. Es nuestro deber ser tierra fértil en
donde la palabra del Señor pueda dar semillas y frutos y se pueda cosechar
bien”, expresó el párroco.
Además,
el religioso, dijo que no se deben perder las costumbres y que la idea es
traspasar esos conocimientos, esos ritos, a las nuevas generaciones, debido a
que se quedan en el olvido, simplemente por no seguirlas inculcando. “Yo a mi
sobrino nieto, que tiene 2 meses, le canto las canciones de cuna que a mi
padre, abuelo y antes que ellos, les cantaban para dormir. Él ahora no lo sabe,
pero la idea es que se continúen estas tradiciones, para que no se mueran. Que
su palabra y fe, tampoco mueran, que los cantos de sus pueblos no
desaparezcan”.
Tras
estas palabras, los representantes de Huatacondo subieron al altar para bendecirlo con una pawa y con los
inciensos ocupados, tanto en ceremonias ancestrales, como en las religiosas,
mientras los representantes de los pueblos miraban atentos la ceremonia.
Para
finalizar, los fieles andinos subieron hasta la imagen de la Virgen de Carmen
para ofrecer su saludo a la madre y reina del Carmelo en lo que es la
festividad más grande que se celebra en el norte de Chile.