miércoles, 21 de octubre de 2009

Primera Ciudad Deportiva de alto nivel en Iquique


Aunque muchos podrían pensar que el nombre “ITA INA” proviene de alguna lengua originaria, como la Aymara por ejemplo, la realidad es otra. Alejandro Calderón, empresario iquiqueño y deportista desde que tiene uso de razón, nombró a su proyecto de Ciudad Deportiva con los sobrenombres con que llama a sus hijas, y con la misma devoción con que ha criado a sus pequeñas, se ha dedicado a levantar este ambicioso proyecto, que ya ha dado bastantes frutos.

Todo comenzó en Agosto del año 2008, cuando este empresario se decidió a dejar el negocio naviero -que le diera mucha experiencia y recursos durante varios años- para dedicarse por entero a algo que lo apasiona: el deporte.

Con una inversión millonaria, y gracias al apoyo de Bienes Nacionales y CORFO, se pudo concretar un espacio con la primera cancha profesional de Fútbol con pasto sintético de Iquique, todo acompañado de excelentes camarines, cancha de tenis, graderías, cafetería y proyecciones para un gimnasio, piscinas y quincho.

Emplazado en la parte alta de Bajo Molle, finalmente el 4 de Mayo pasado comenzó a operar la Ciudad Deportiva ITA INA, y su dueño comenta todo lo logrado. “Este terreno fue entregado por Bienes Nacionales en adjudicación por 20 años, con la posibilidad de que, al año que yo haya hecho una inversión –que ya está hecha- se puede acceder a la compra. Por eso, agradezco la confianza que esta entidad puso en el proyecto”. Pero no sólo Bienes Nacionales confió en ITA INA; también lo hizo CORFO con el Bono DFL15.

Bono DFL15

Alejandro Calderón ya ha invertido grandes cantidades para poder sacar adelante su proyecto. Y en el camino recorrido, se encontró con el Fondo de Fomento y Desarrollo, DFL15, que tiene como objetivo bonificar las inversiones que empresarios han hecho o hicieron, con recursos del Ministerio de Hacienda y siendo CORFO el operador.

“No todo el mundo sabe que existe esta herramienta de inversión, y un amigo que trabaja en un banco me lo comentó. Debo recalcar que recorrí todos los bancos para saber si alguno se interesaba en financiarme, pero ninguno lo hizo. Por eso, finalmente tuve que financiarlo con mi propio efectivo, en una inversión que alcanza -en total- 450 millones de pesos”, cuenta Calderón.

Y agrega que, en este recorrido, se encontró con la información del DFL15. “Cuando me hablaban de una devolución de hasta el 20% de la inversión, lo encontré fantástico, y –para probar- postulamos el proyecto del pasto sintético, siendo bonificados con más de 21 millones de pesos”, explica.

“Me produjo una grata sorpresa conocer sobre el DFL15. Primero, porque fue un alivio tremendo (ya que esos dineros nos sirvieron muchísimo) y luego, porque por primera vez en mi vida hago uso de una herramienta del Estado”. Por lo mismo es que este empresario, que proyecta a ITA INA en un largo plazo y con concepto propio, recomienda a ojos cerrados postular esta bonificación. “Lo encontré expedito, formal y serio”.

Para el Director Regional de CORFO, Eugenio Hidalgo, “este un ejemplo de emprendimiento. En tiempos complejos, Alejandro Calderón vio una oportunidad, invirtió, generó empleo y llevó adelante su proyecto. A pesar de las señales pesimistas que recibía de la banca y del entorno, se propuso sacar adelante su iniciativa”.

Y agrega que “esta buena idea hoy nos permite reafirmar que el apoyo que el Estado hace a las empresas les permiten resistir de mejor manera crisis y dificultades económicas. Como lo señaló la Presidenta Bachelet la acción del Estado frente a la crisis mundial fue central y decisiva para contrarrestar los efectos negativos. En el caso de Tarapacá, la acción que desde la CORFO hemos desarrollado aplicando la bonificación del DFL 15 y otras líneas de apoyo, sin duda ha contribuido a disminuir los efectos adversos y a que nuestras empresas enfrenten de mejor manera la crisis. Y hoy se proyecten en el escenario de reactivación que viene”.